Tesoro de EE.UU. sanciona a políticos y empresarios de Baja California ligados a Los Mayos
OFAC incluyó a la exalcaldesa de Rosarito, Jesús González Lomelí y otros colaboradores, además de 15 empresas utilizadas presuntamente para lavar dinero del Cártel de Sinaloa.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), dependiente del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, anunció sanciones contra integrantes de la facción “Los Mayos” del Cártel de Sinaloa, incluyendo a personas y empresas con operaciones en Playas de Rosarito, Baja California.
De acuerdo con el comunicado oficial, esta red delictiva está involucrada en delitos como secuestro, extorsión, lavado de dinero y corrupción de autoridades locales en el municipio.
Entre los señalados se encuentra la exalcaldesa de Rosarito y actual diputada federal, Hilda Araceli Brown Figueredo, así como el empresario Jesús González Lomelí, dueño de bares y restaurantes en la región, a quienes se les acusa de facilitar operaciones de la facción y de presuntamente intervenir en decisiones dentro del gobierno municipal. También fueron incluidos Candelario Arcega Aguirre, líder transportista; y los hermanos Mario Alberto y Karlo Omar Herrera Sánchez, ex policías vinculados con la estructura criminal.
La OFAC detalló que 14 empresas ligadas a González, entre ellas bares y centros nocturnos en Rosarito como Bombay Beach Club y Coco Beach Club, fueron designadas como parte del esquema de lavado de dinero para el cártel.
El anuncio también incluyó sanciones contra Juan José Ponce Félix, alias “El Ruso”, identificado como el líder del brazo armado de Los Mayos que opera en Baja California. El gobierno estadounidense ofrece una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información que lleve a su captura.
Estas acciones, que contemplan el congelamiento de cuentas y la prohibición de transacciones en territorio estadounidense, fueron coordinadas con la DEA, el FBI y la Corte del Distrito Sur de California.
El Departamento del Tesoro subrayó que Los Mayos mantienen una fuerte presencia en Baja California, Sonora y Zacatecas, y que las disputas internas con “Los Chapitos” han dejado cientos de muertes en los últimos años.