¡Enlace copiado!

Líderes mundiales reaccionan a bombardeos de EE.UU. a instalaciones nucleares en Irán

Los ataques de Estados Unidos contra instalaciones nucleares en Irán han desatado una ola de reacciones internacionales

La ofensiva militar de Estados Unidos contra tres instalaciones nucleares iraníes ha provocado una oleada de respuestas en el ámbito internacional, con posturas que van desde la condena frontal hasta llamados urgentes a la desescalada y al retorno de la diplomacia. El ataque, confirmado por el propio presidente Donald Trump, ha sido interpretado como un punto de inflexión en la crisis de Medio Oriente, y ha generado una fractura evidente en la comunidad global sobre cómo abordar el conflicto.

Desde Naciones Unidas, el secretario general António Guterres advirtió que los bombardeos representan “una escalada peligrosa” y una amenaza directa a la paz y la seguridad internacionales. Subrayó que la región se encuentra en un “punto crítico” y exhortó a todas las partes a “detener inmediatamente el uso de la fuerza”. En línea con esta postura, China condenó “firmemente” tanto los ataques de EE.UU. como los de Israel, solicitando un alto al fuego inmediato y advirtiendo que la tensión actual podría poner en riesgo a millones de civiles.

Rusia también expresó su repudio, calificando la acción militar como una “violación flagrante del derecho internacional” y exigiendo el cese inmediato de la agresión. En una muestra de alineación diplomática, Irán confirmó que su canciller, Abás Araqchi, sostendrá este lunes una reunión de alto nivel con el presidente ruso, Vladímir Putin. Paralelamente, Omán —histórico mediador en las conversaciones nucleares— condenó lo que denominó una “agresión ilegal” de EE.UU. y advirtió sobre el riesgo de una expansión del conflicto.

Por otro lado, algunas potencias occidentales han mantenido una postura más ambigua. La Unión Europea llamó a “todas las partes a dar un paso atrás” y regresar a la mesa de negociaciones, mientras que Alemania instó a Irán a reanudar el diálogo con Washington. Reino Unido fue más directo: el primer ministro Keir Starmer señaló que Irán “nunca debe adquirir un arma nuclear”, respaldando la acción estadounidense como una medida de contención, aunque también pidió una solución diplomática. La Cruz Roja, por su parte, alertó que una guerra de gran escala tendría “consecuencias irreversibles” para la región y el mundo, y exigió respeto absoluto al derecho internacional humanitario.

En medio de las reacciones internacionales, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reafirmó el compromiso del país con la paz, citando al papa Francisco al señalar que “la guerra es el mayor fracaso de la humanidad” y que “no hay futuro en la destrucción sino en la fraternidad”. Recordó que la política exterior mexicana se rige por los principios constitucionales de no intervención, autodeterminación de los pueblos, solución pacífica de controversias y la lucha por la paz y la seguridad internacionales, y subrayó que Naciones Unidas debe ser hoy más que nunca la institución que convoque a la construcción de la paz.

La diversidad de respuestas refleja no solo la gravedad del momento, sino también las tensiones geopolíticas que se entrelazan en torno al programa nuclear iraní. Mientras algunos actores internacionales apuestan por frenar la violencia y restaurar el diálogo, otros defienden los ataques como una medida necesaria para impedir que Teherán desarrolle armas atómicas. El Consejo de Seguridad de la ONU ha sido convocado de urgencia para abordar el tema, en una sesión que podría definir el rumbo de las próximas semanas en Medio Oriente.