¡Enlace copiado!

Rusia oficializa su salida del convenio europeo contra la tortura

Con esta decisión, Moscú deja de estar obligado a permitir inspecciones internacionales en sus prisiones y centros de detención

Moscú, 29 de septiembre de 2025.– El presidente Vladimir Putin firmó este lunes la ley que oficializa la salida de Rusia de la Convención Europea para la Prevención de la Tortura, un tratado que seguía vigente para el país a pesar de que fue expulsado del Consejo de Europa en 2022 tras el inicio de la guerra en Ucrania. Con esta decisión, Moscú deja de estar obligado a permitir inspecciones internacionales en sus prisiones y centros de detención, aunque en los hechos esas visitas habían cesado desde hace más de tres años.

La medida, aprobada previamente por el Parlamento, se justifica en que el Consejo de Europa negó a Rusia la posibilidad de designar un representante en los órganos del convenio, lo que fue calificado por las autoridades como un acto de “discriminación”. La viceministra de Justicia, Elena Ardabieva, defendió que esta desvinculación no significa un retroceso en materia de derechos humanos, pues aseguró que el país seguirá formando parte de otros tratados internacionales que prohíben la tortura y vigilan su cumplimiento.

Sin embargo, la decisión ha generado preocupación a nivel internacional. Dos relatores especiales de la ONU advirtieron recientemente que el retiro de Moscú del acuerdo “levanta señales de alerta sobre lo que está ocurriendo tras las rejas” en las cárceles rusas. Desde el inicio de la ofensiva contra Ucrania, distintas organizaciones han denunciado el uso de tortura por parte de las fuerzas rusas contra prisioneros de guerra y civiles, mientras que el Kremlin sostiene acusaciones similares contra Kiev.

El presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, recordó que desde diciembre de 2023 Rusia no pudo nombrar un nuevo delegado en el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura debido a las restricciones derivadas del conflicto. Paralelamente, el gobierno ha limitado e incluso prohibido en varios casos la labor de organismos que investigan denuncias de tortura y abusos cometidos por cuerpos de seguridad y militares dentro del país.

Con la firma de Putin, Rusia continúa profundizando su separación de las instituciones europeas y refuerza la narrativa oficial de independencia frente a los organismos occidentales, en un escenario donde las críticas por la situación de derechos humanos en el país siguen acumulándose.