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Nueva misión no tripulada de la NASA inicia su viaje a Marte con un lanzamiento exitoso

Pese a las demoras y a algunos fallos técnicos que la empresa no detalló, la ventana se abrió finalmente a las 15:55 horas. El New Glenn, de casi 100 metros de altura, se elevó y completó la primera parte de la misión

La industria aeroespacial privada sumó este jueves un nuevo capítulo a su competencia por el liderazgo. Blue Origin, la compañía de Jeff Bezos, consiguió lanzar con éxito su cohete New Glenn y enviar rumbo a Marte dos naves gemelas de la NASA, mientras recuperaba por primera vez el propulsor de la aeronave, un avance clave en su estrategia de reutilización.
El despegue, realizado desde Cabo Cañaveral, Florida, se concretó después de varios días de aplazamientos. Las condiciones meteorológicas —tanto en la atmósfera como más allá de ella— mantuvieron el lanzamiento en suspenso. Incluso la NASA alertó de una intensa actividad solar que obligó a posponer la misión para evitar riesgos a los equipos en órbita.

Pese a las demoras y a algunos fallos técnicos que la empresa no detalló, la ventana se abrió finalmente a las 15:55 horas. El New Glenn, de casi 100 metros de altura, se elevó y completó la primera parte de la misión: poner en trayectoria las naves ESCAPADE, encargadas de estudiar la evolución del clima marciano.

Mientras las cámaras seguían el ascenso, el momento decisivo ocurrió a cientos de kilómetros de distancia, cuando el propulsor regresó y aterrizó con precisión sobre una plataforma flotante. La escena desató celebraciones en el centro de control. Hasta ahora, solo SpaceX había alcanzado ese nivel de recuperación en un cohete de clase orbital.

La hazaña no pasó desapercibida entre sus competidores. Elon Musk, fundador de SpaceX, escribió en X: “¡Enhorabuena, @JeffBezos y al equipo de @BlueOrigin!”.

Con las naves “Blue” y “Gold” ya en órbita, comienza ahora una etapa de mediciones alrededor de la Tierra. Joseph Westlake, heliofísico de la NASA, detalló durante la transmisión que los vehículos permanecerán en una “órbita de estacionamiento benigna y segura” antes de emprender el salto interplanetario.

El plan contempla esperar hasta el otoño de 2026, cuando la alineación entre la Tierra y Marte permita el impulso gravitacional necesario para iniciar el viaje. Si todo marcha según lo previsto, las naves llegarán al planeta rojo en 2027.

La agencia espacial estadounidense estima que este tipo de estrategias podría facilitar misiones más frecuentes a Marte, sin depender exclusivamente de las ventanas de alineación que ocurren cada dos años.

Con este vuelo, Blue Origin no solo avanza en la carrera por contratos y prestigio —en un momento en que la NASA abrió una nueva licitación para su futura misión lunar—, sino que demuestra su capacidad para competir de tú a tú con SpaceX en tecnologías de reutilización orbital.