Morenistas que aspiren a gubernaturas no podrán presidir el Senado
Morena blindó la Presidencia del Senado para evitar que sea utilizada como plataforma de promoción política rumbo a las elecciones de 2027 y posteriores
CDMX.- Ante el inminente relevo en la Mesa Directiva del Senado de la República este 1 de septiembre y la creciente especulación sobre posibles aspirantes a presidirla, el grupo parlamentario de Morena ha tomado una decisión clave: blindar este espacio institucional de la promoción política personal. Según reveló la periodista Leticia Robles de la Rosa, el acuerdo interno establece que ningún legislador o legisladora que aspire a una gubernatura en 2027 podrá ser considerado para presidir el Senado, con el objetivo de evitar que la Cámara Alta se convierta en trampolín electoral.
La medida responde a experiencias previas en las que figuras como Eduardo Ramírez y Alejandro Armenta habrían utilizado su presidencia en el Senado como plataforma para proyectar sus aspiraciones políticas, las cuales posteriormente se concretaron en candidaturas exitosas a las gubernaturas de Chiapas y Puebla. En esta ocasión, Morena ha buscado frenar esta dinámica, y por ello senadoras como Andrea Chávez, Ana Lilia Rivera e Imelda Castro declinaron su interés por presidir el Senado al priorizar sus aspiraciones estatales en Chihuahua, Tlaxcala y Sinaloa, respectivamente.
De acuerdo con la información, este acuerdo se mantendría vigente durante todo el sexenio, es decir, hasta 2030, por lo que también afectaría a quienes busquen contender en procesos posteriores al de 2027. En total, serían al menos 25 legisladores y legisladoras de Morena —incluidos perfiles como Julieta Ramírez, Homero Davis y Waldo Fernández— quienes quedarían excluidos de la posibilidad de dirigir el Senado, a menos que renuncien públicamente a sus aspiraciones políticas estatales.
El relevo en la presidencia del Senado será bajo los principios de paridad de género, por lo que se espera que una mujer sea designada para sustituir a Gerardo Fernández Noroña. Aunque las legisladoras antes mencionadas eran consideradas fuertes candidatas, el nuevo “candado” de Morena modificó el escenario político en la Cámara Alta. Con esta decisión, el partido guinda busca enviar una señal de institucionalidad y control interno de cara a los procesos electorales que marcarán la segunda mitad del sexenio.