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'Pepin' López Obrador posee 13 ranchos; 8 adquiridos durante gobierno de AMLO

Pagos en efectivo y ranchos millonarios: las inconsistencias en la fortuna de José Ramiro López Obrador

TABASCO.- El actual secretario de Gobierno de Tabasco, José Ramiro “Pepín” López Obrador, hermano del expresidente Andrés Manuel López Obrador, acumula 13 propiedades rurales valuadas en más de 8.6 millones de pesos, de las cuales ocho fueron adquiridas entre 2018 y 2024, justo durante el sexenio de su hermano. De acuerdo con su declaración patrimonial, la mayoría de las operaciones se realizaron de contado y en efectivo, un detalle que ha despertado cuestionamientos sobre el origen de los recursos y la falta de congruencia con el discurso de austeridad de la llamada Cuarta Transformación.

Entre las adquisiciones más recientes destaca un rancho de 390 mil metros cuadrados, comprado en 2023 por 3 millones de pesos, y otro del mismo año, de 290 mil metros cuadrados, por 465 mil pesos. A estas se suman varias compras hechas en 2020, donde el funcionario tabasqueño desembolsó más de 2 millones de pesos en predios rurales. Lo llamativo es que durante ese periodo, “Pepín” solo ocupó cargos públicos con ingresos limitados, como subsecretario de Asuntos Fronterizos y Derechos Humanos, además de un breve paso como coordinador de campaña del actual gobernador, Javier May, sin registrar otras fuentes de ingreso.

Los documentos consultados muestran que, pese a reportar un salario anual inferior a 1.1 millones de pesos como secretario de Gobierno, el hermano del expresidente adquirió un tractor nuevo valuado en 1.2 millones de pesos, también pagado en efectivo. En su declaración patrimonial no aparecen registros de préstamos, créditos bancarios ni ingresos por actividad empresarial, lo que deja abiertas dudas sobre la procedencia de los recursos que le han permitido expandir su patrimonio rural.

Además de sus ranchos, López Obrador declaró poseer vehículos de alto valor, entre ellos una Toyota Hilux 2021 y dos tractores, así como una Jeep de 1949 y un Volkswagen Sedan de 2003. También asegura tener tres cuentas de ahorro, una de ellas en el Banco del Bienestar, aunque el monto de los depósitos se mantiene clasificado. Su historial patrimonial contrasta con el discurso de “vivir en la justa medianía” promovido por su hermano, y ha reavivado el debate sobre la falta de vigilancia en la evolución económica de los funcionarios cercanos al círculo presidencial.

Pese a las inconsistencias detectadas, el funcionario no ha emitido declaraciones públicas sobre las fuentes de financiamiento ni sobre las operaciones en efectivo que sustentan sus adquisiciones. La falta de claridad en sus reportes alimenta las sospechas sobre enriquecimiento no justificado y conflictos de interés, especialmente considerando que José Ramiro también ha sido proveedor de programas ganaderos estatales. Mientras tanto, su creciente patrimonio sigue siendo un ejemplo más de cómo el discurso de austeridad y la realidad patrimonial de algunos servidores públicos en Morena parecen avanzar por caminos distintos.