Primer informe de Hugo Aguilar: la nueva Suprema Corte es “cercana, renovada y sin subordinación”
A lo largo de su discurso, el ministro presidente trazó una línea clara entre la administración actual y la anterior.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación presentó este miércoles el primer informe de gestión de su presidente, Hugo Aguilar Ortiz, quien afirmó que el máximo tribunal vive una transformación profunda orientada a la cercanía con la ciudadanía y a la independencia frente a presiones políticas. Ante representantes de los tres poderes —incluida la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, la presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo, y el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna— Aguilar sostuvo que la nueva integración se distingue por un diálogo respetuoso con Ejecutivo y Legislativo, pero sin subordinaciones. “Hoy no existe sumisión ni subordinación, sino corresponsabilidad institucional y respeto a las atribuciones de cada uno”, afirmó. Y reiteró: “Esta Corte no se inclina ante ninguna agenda ajena al marco constitucional. Su única lealtad es a la Constitución y hacia el pueblo de México”.
A lo largo de su discurso, el ministro presidente trazó una línea clara entre la administración actual y la anterior. Dijo haber recibido una institución “lenta, anquilosada, ensimismada y podría decir que hasta soberbia”. Señaló que era “una Corte que se sintió fuera de la mirada de todos, lejos de la fiscalización, rendición de cuentas, la transparencia y no solo ajena al pueblo”, donde los asuntos podían esperar “años” y algunos expedientes “se guardaban sin pudor”. Frente a ese diagnóstico, aseguró que la SCJN vive un proceso de renovación: “La Corte es diferente, es una institución cercana y abierta al pueblo… estamos aquí con el mandato de la ciudadanía para escuchar, para responder y para transformar”.
El informe de 100 días destaca un incremento sustancial en la productividad del Pleno, derivado de los cambios estructurales tras la eliminación de salas. Aunque el Alto Tribunal resolvió 2,590 asuntos —6.6% menos que el periodo previo— Aguilar subrayó que la nueva dinámica del Pleno elevó el promedio de resoluciones por sesión de 1.8 a 16.4, acumulando 663 expedientes resueltos, frente a los 75 de la integración anterior. Explicó además que de los 417 asuntos pendientes que heredaron, 106 ya fueron cumplidos y que el tiempo para que un expediente llegue a ponencias se redujo de 60 a 15 días. Argumentó que esta etapa implica un mayor rigor jurídico: “Este enfoque más garantista, plural y minucioso refleja la voluntad de asegurar resoluciones sólidamente argumentadas”.
En materia administrativa, anunció que la Corte no requerirá los 661 millones de pesos adicionales solicitados por el periodo previo. Aseguró que se eliminaron privilegios y se adoptó un manejo austero de los recursos: “Estamos decididos a que los privilegios no vuelvan nunca más y que la Corte sea ejemplo de trabajo, eficiencia, austeridad, honradez y transparencia”. Afirmó que estos ajustes no significan un debilitamiento institucional, sino una redefinición de prioridades centradas en el interés público.
El ministro presidente dedicó buena parte del mensaje a la transparencia y al contacto directo con la ciudadanía. Recordó que el cien por ciento de las sesiones del Pleno son ahora públicas y televisadas, que se reactivó el Comité Especializado de Transparencia —inactivo por casi tres años— y que la atención ciudadana creció mil 300 por ciento. Subrayó que estudiantes y personas externas acuden diariamente a observar las deliberaciones y señaló que el escrutinio público hacia los nuevos ministros “no solo es legítimo sino bienvenido”.
En su calidad de segundo presidente indígena de la Corte, Aguilar insistió en que la institución privilegia ahora asuntos relacionados con derechos humanos y sectores históricamente excluidos. Destacó el uso de interpretación en lenguas indígenas, la nueva identidad institucional alineada a valores de inclusión y un enfoque humanista en la resolución de casos. “Esta legitimidad democrática nos llevó a tomar el bastón de mando de los pueblos indígenas, no como un bastón ceremonial, sino como la responsabilidad de hablar a los que no pueden hablar”, afirmó. También mencionó avances en temas de género, como la firma del Pronunciamiento de Cero Tolerancia a la Violencia contra las Mujeres, talleres de masculinidades sin violencia y resoluciones relacionadas con aborto forzado, violencia vicaria y terapias de conversión.
El informe también reflejó el contexto político que rodea a la nueva Corte y los desafíos que enfrentarán en 2025. Entre los expedientes resueltos destaca la conclusión de las controversias fiscales del empresario Ricardo Salinas Pliego, un tema que la integración anterior mantuvo detenido por años y que ahora se resolvió con rapidez. Permanecen pendientes asuntos de alto impacto, como la posibilidad de reabrir juicios concluidos, lo que ya generó fricciones con la presidenta Claudia Sheinbaum. Aguilar insistió en que la independencia judicial es “un derecho del pueblo”, y que actuar con autonomía implica “sostener la ley y la Constitución aun cuando es difícil hacerlo, y hacerlo sin estridencias, pero con convicción”.
La Corte entrará en receso y reanudará actividades en enero. Mientras tanto, el mensaje de Aguilar dejó claro su objetivo central: cerrar la distancia entre justicia y ciudadanía y consolidar una institución que, según dijo, ya es “una Corte renovada, cercana y abierta al pueblo”.