Senador panista de BC ausente en 26 de 30 sesiones en Congreso
Ha faltado a votaciones clave, mientras en redes exige transparencia. Su ausencia mina la credibilidad de su partido y su rol como opositor.
B.C.- A pesar de ocupar una de las posiciones más relevantes en el Senado como representante del PAN por Baja California, Gustavo Sánchez Vázquez ha estado prácticamente ausente del Congreso en lo que va del año. Durante el primer periodo legislativo de 2025, se llevaron a cabo 30 sesiones, de las cuales el legislador panista no asistió a 26. Su última aparición en el pleno fue el 25 de febrero, acumulando ya tres meses sin participar en debates, votaciones ni trabajo legislativo. Aun así, ha seguido recibiendo su salario mensual íntegro, que ronda los 120 mil pesos netos, más prestaciones y apoyos legislativos, lo cual representa una carga importante para el erario sin que haya una retribución clara a la ciudadanía.
Entre las sesiones a las que se ausentó se encuentran votaciones clave como la reforma al sistema nacional de cuidados, la ley para fortalecer la protección a periodistas y defensores de derechos humanos, así como modificaciones fiscales de alto impacto para las entidades fronterizas. Su inasistencia no solo representa un desinterés por temas de interés nacional, sino también una irresponsabilidad política, especialmente tratándose del único senador de oposición por Baja California. Aunque llegó al cargo por la vía plurinominal —es decir, no por el voto directo de los ciudadanos—, la representación que ejerce es institucional, y con ella viene la obligación ética y legal de rendir cuentas y cumplir con su trabajo legislativo.
Resulta contradictorio que, en redes sociales, Gustavo Sánchez se pronuncie con firmeza sobre la situación política en el estado, exigiendo transparencia y resultados, cuando él mismo ha fallado en cumplir su deber básico: presentarse a trabajar. Esta omisión no solo mina la credibilidad del PAN como fuerza opositora, sino que también alimenta la percepción pública de que su participación se limita a la crítica superficial y a las redes sociales, mientras deja vacante una voz que debería estar defendiendo los intereses de Baja California en el Senado de la República.