Directora de CER MUJER reconoce apoyos del gobierno municipal
Solicita a cada momento que puede, más recursos para su fundación, pero los resultados comienzan a ser dudoso por la falta de evidencia de su uso
La figura de Viridiana Román, activista feminista y directora de la asociación civil CEMUJER, ha comenzado a levantar serias dudas entre sectores de la sociedad tijuanense. Aunque su discurso gira en torno a la defensa de los derechos de las mujeres, sus acciones recientes apuntan más hacia la presión sistemática por recursos públicos que a la rendición de cuentas o al trabajo con resultados comprobables.
Durante los últimos años, Román y su organización han recibido generosos apoyos económicos por parte del gobierno municipal. Tan solo en la administración pasada se le otorgaron tres millones de pesos, y en la actual, encabezada por el alcalde Ismael Burgueño, ha continuado recibiendo recursos y despensas. No obstante, lo que debería traducirse en programas, atención y resultados palpables, ha sido opacado por la falta de transparencia sobre el destino de esos apoyos.
Diversas voces ciudadanas han comenzado a cuestionar: ¿dónde están los resultados de CEMUJER? ¿Qué impacto real ha tenido en las comunidades a las que supuestamente apoya? Hasta el momento, no se ha presentado evidencia clara del uso de los recursos otorgados ni informes que justifiquen las constantes exigencias de financiamiento adicional.
Lejos de mostrar una actitud colaborativa, Román ha sido vista en repetidas ocasiones confrontando públicamente a las autoridades, exigiendo más recursos sin sustento técnico o administrativo visible. El ejemplo más reciente ocurrió durante un evento oficial del Ayuntamiento de Tijuana, donde abordó al alcalde Burgueño para reclamar, nuevamente, apoyo económico.
El momento fue grabado y difundido en redes sociales, donde las críticas no se hicieron esperar. Muchos señalaron la falta de respeto y la actitud oportunista de Román. En contraste, el alcalde respondió con mesura, recordando que su administración ha atendido a CEMUJER cada vez que se ha hecho una solicitud formal. “Cuando se han acercado de forma institucional, se les ha atendido”, puntualizó Burgueño.
Este tipo de conductas no solo restan legitimidad al activismo, sino que también dañan la confianza pública en las asociaciones civiles que sí trabajan con honestidad y resultados.