PRI en Baja California dividido y con deuda millonaria ante el IEE
El PRI en Baja California enfrenta una crisis marcada por una deuda de 16 millones de pesos y una militancia fracturada
MEXICALI.- El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Baja California enfrenta actualmente un escenario crítico marcado por deudas, divisiones internas y deterioro en sus instalaciones. El dirigente estatal, Álvaro Aldrete Gruel, reconoció que el partido arrastra un adeudo de 16 millones de pesos derivado de irregularidades administrativas en gestiones pasadas, lo que ha limitado severamente su capacidad operativa. A esto se suma una militancia fragmentada y con escasa actividad, lo que ha impedido consolidar una estructura sólida de cara a futuros procesos electorales.
En Tijuana, la situación del edificio que funge como sede del PRI refleja con claridad la precariedad del instituto político. El inmueble presenta daños estructurales y carece de mantenimiento, al grado que la dirigencia admite no tener recursos suficientes para realizar una evaluación técnica. La eventual mudanza no responde a un plan de modernización, sino a la necesidad de reducir gastos ante la falta de ingresos y el peso de los adeudos acumulados, lo que deja a los militantes sin un espacio adecuado para la organización y el trabajo territorial.
Además de los problemas financieros y materiales, el partido mantiene abiertas las heridas de la división interna. La dirigencia estatal ha señalado directamente a exfuncionarios del PRI por el manejo irregular de recursos que derivó en sanciones y deudas ante el Instituto Electoral. Estas diferencias han profundizado la desconfianza entre la militancia, dificultando la reconciliación y la reactivación de cuadros que permanecen inactivos. Con ello, el PRI en Baja California continúa sin poder superar una etapa de repliegue, enfrentando simultáneamente retos administrativos, políticos y de credibilidad.
