México Republicano: Ultraconservadores buscan presencia en BC rumbo a 2027
El grupo, que se declara alternativa a los partidos tradicionales, rechaza al PRI, PAN y Movimiento Ciudadano como opciones viables y busca ocupar un espacio político “huérfano”
MEXICALI.– La organización política ultraconservadora México Republicano anunció que realizará en la capital del estado una de sus asambleas fundacionales, con la intención de sumar afiliados y dar un paso más hacia su registro como partido político nacional ante el INE rumbo a 2027. El grupo se presenta como alternativa a los partidos tradicionales, asegurando que ni el PRI ni el PAN tienen capacidad para resolver los problemas del país, y que Movimiento Ciudadano no representa una verdadera oposición. Bajo ese argumento, pretenden ocupar un espacio político “huérfano” de liderazgo
Entre sus figuras más visibles se encuentran Iván Peña Neder y Gricha Raether, personajes que ya han transitado por otros proyectos políticos y que cargan con antecedentes de polémicas en su actuar público. Sus señalamientos contra los gobiernos de Morena y su cercanía discursiva con el Partido Republicano de Estados Unidos han despertado dudas sobre la viabilidad real de un proyecto que, lejos de proponer soluciones nuevas, parece orientado a capitalizar el descontento con un tono estridente y cargado de confrontación.
De acuerdo con la legislación electoral, la agrupación deberá reunir 300 mil firmas y realizar 20 asambleas en al menos 20 estados para poder aspirar al registro. La primera prueba será en Mexicali el próximo 11 de octubre, donde aseguran que esperan más de tres mil asistentes; sin embargo, analistas recuerdan que muchas de estas convocatorias suelen inflarse con simpatizantes coyunturales y difícilmente logran sostener un movimiento sólido a largo plazo.
Si bien México Republicano insiste en que busca representar a la clase media y fortalecer la relación con Estados Unidos bajo un enfoque capitalista, su irrupción en Baja California llega acompañada de críticas y recelos. El reto no es menor: pasar de la retórica incendiaria a una estructura real con presencia nacional, un camino que en el pasado ha sepultado a más de una organización que se presentó con grandes promesas y terminó diluyéndose en el escenario político mexicano.