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Meta modifica políticas de contenido que permiten discurso excluyente

Ahora, sus políticas permiten expresiones que antes eran consideradas discurso de odio, como llamar "enfermos mentales" a personas de la comunidad LGTBQ+

Meta, dueña de Facebook, Instagram y WhatsApp, enfrenta fuertes críticas después de anunciar cambios en sus reglas de contenido. Ahora, sus políticas permiten expresiones que antes eran consideradas discurso de odio, como llamar "enfermos mentales" a personas de la comunidad LGTBQ+ y defender la exclusión de mujeres de sectores como las fuerzas armadas, la policía y la educación. La empresa ha justificado estas medidas como una respuesta a "cambios legales y políticos" en Estados Unidos.

Según la nueva política, también se permite el uso de lenguaje que promueva la exclusión de géneros específicos en espacios como baños, escuelas o grupos de apoyo. Además, Meta eliminó una norma previa que prohibía referirse a las mujeres como "objetos del hogar o propiedad". Estas modificaciones amplían significativamente el rango de contenido permitido en las plataformas, lo que ha encendido un debate público.

Otro punto polémico es la flexibilización del uso de lenguaje "insultante" en discusiones políticas o religiosas, incluyendo temas delicados como los derechos transgénero, la inmigración y la homosexualidad. Estos cambios coinciden con el anuncio de Mark Zuckerberg sobre la eliminación del programa de verificación de datos por terceros en Estados Unidos. Aunque Zuckerberg no mencionó los ajustes en las políticas de contenido, el cambio ha sido ampliamente criticado.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó la decisión de Meta como "vergonzosa". En declaraciones desde la Casa Blanca, Biden lamentó que la empresa adopte un sistema similar al de la red social X (antes Twitter), donde los usuarios son responsables de evaluar la veracidad de las publicaciones. "Creo que es realmente vergonzoso", afirmó el mandatario.

La reacción no se hizo esperar. Diversas organizaciones de derechos humanos y grupos activistas han condenado las nuevas medidas de Meta, argumentando que fomentan la discriminación y el odio. Muchas de estas organizaciones ya han anunciado su intención de emprender acciones legales para revertir las políticas.

Estos cambios subrayan un giro en la forma en que las grandes tecnológicas gestionan el contenido en sus plataformas. Mientras Meta defiende su postura como un reflejo del entorno político y legal, los críticos advierten sobre el impacto negativo en la lucha por la igualdad y los derechos humanos. El debate está lejos de terminar, y las consecuencias podrían ser significativas para los usuarios y la sociedad en general.