EE. UU. volverá a deportar migrantes de forma exprés a destinos fuera de su país de origen
La decisión del máximo tribunal se tomó luego de que, en mayo, funcionarios de inmigración intentaran deportar a ocho individuos en un avión con destino a Sudán del Sur
Este lunes, la Corte Suprema de Estados Unidos autorizó al gobierno del presidente Donald Trump a reanudar las deportaciones de inmigrantes a países fuera de su nación de origen, como Sudán del Sur y El Salvador, lo que representa un triunfo para la Casa Blanca en su lucha por intensificar las medidas contra la inmigración ilegal.
El fallo del tribunal suspende una decisión previa de un juez federal que había detenido la deportación de ocho migrantes, quienes debían ser enviados a Sudán del Sur. Entre los deportados se encuentran dos ciudadanos cubanos y un mexicano. La medida judicial había sido dictada por el juez federal Brian Murphy, del estado de Massachusetts, quien en su fallo del mes pasado alegó que el gobierno violaba las disposiciones de un acuerdo que impedía deportar a personas a países donde existieran riesgos de tortura, sin brindarles una oportunidad de defensa legal adecuada.
En su breve y no firmada resolución, la Corte Suprema suspendió el fallo del juez Murphy, permitiendo que las deportaciones se lleven a cabo. Esto abrió el camino para que los ocho inmigrantes, junto con un grupo de once agentes migratorios, fueran trasladados a una base aérea estadounidense en Yibuti, África, lugar donde permanecieron tras el conflicto legal. Según los abogados del gobierno, las condiciones en la base eran precarias y los implicados estaban expuestos a posibles ataques desde Yemen, además de riesgos sanitarios debido a las condiciones "deplorables" en las que se encontraban.
El gobierno de Trump defendió su postura ante la Corte Suprema, argumentando que los inmigrantes en cuestión habían cometido crímenes graves y que, debido a su naturaleza, sus países de origen se habían negado a recibirlos. Aseguraron que las deportaciones a terceros países eran una medida necesaria para garantizar la seguridad nacional y el cumplimiento de la ley.
Esta resolución se produce en medio de los esfuerzos del gobierno estadounidense por ampliar las deportaciones masivas, una de las promesas clave de Trump en su mandato. Con el respaldo de la Corte Suprema, la administración parece fortalecida en su intención de acelerar el proceso de deportación de personas que viven ilegalmente en el país, especialmente aquellas que han sido condenadas por delitos graves.