WASHINGTON, D.C.- El expresidente demócrata Barack Obama respondió este martes con dureza a las recientes acusaciones del actual mandatario, Donald Trump, quien lo señaló, junto a Hillary Clinton y otros funcionarios, de haber orquestado un “fraude electoral de alto nivel” contra él en las elecciones de 2016.
En un comunicado oficial, el portavoz de Obama, Patrick Rodenbush, condenó las acusaciones como ridículas y como "un débil intento de desviar la atención", y agregó que, si bien su oficina generalmente evita responder a la desinformación proveniente de la Casa Blanca, estas afirmaciones "son lo suficientemente indignantes como para merecer una respuesta".
La raíz del conflicto se remonta al fin de semana, cuando Trump, respaldado por Tulsi Gabbard, actual directora de Inteligencia Nacional, acusó a Obama de abuso de poder y “alta traición”, avalando la teoría de una conspiración prolongada para desacreditarlo. Gabbard publicó una serie de correos electrónicos y documentos supuestamente reveladores, que, según ella, destacan una manipulación de inteligencia para justificar las investigaciones sobre la interferencia rusa
Sin embargo, las agencias oficiales de Inteligencia, así como investigaciones bipartidistas, incluido el Comité de Inteligencia del Senado de 2020, ratificaron que, si bien Rusia sí intentó influir en las elecciones a favor de Trump, no hubo manipulación de votos ni evidencia de un plan interno dirigido por Obama.
Trump intensificó sus ataques al difundir un video manipulado con inteligencia artificial donde simula el arresto de Obama en el Despacho Oval, una pieza de propaganda digital que generó fuertes críticas por promover desinformación deliberada sin base legal.
La respuesta de Obama recalcó que los documentos presentados por Gabbard no contradicen el consenso sobre la influencia rusa en 2016, y aclaró que no hubo alteración del voto real.
El expresidente enfatizó que estas afirmaciones no merecen más que la desestimación pública, calificándolas como un distractor político, especialmente en un momento en que Trump enfrenta cuestionamientos por temas tan delicados como el caso Epstein y recortes presupuestales ,como los denunciados por empleados de la NASA.