Azerbaiyán y Armenia firman histórico acuerdo de paz en la Casa Blanca
La influencia rusa en la zona entre Europa y Asia se reduce significativamente
WASHINGTON D.C., ESTADOS UNIDOS.- En una jornada diplomática sin precedentes, los presidentes de Azerbaiyán y Armenia, Ilham Aliyev y Nikol Pashinyan, suscribieron este viernes 8 de agosto un acuerdo de paz en la Casa Blanca, con el respaldo y mediación de Estados Unidos, lo que podría marcar el fin definitivo de décadas de conflicto en el Cáucaso Sur - localizado entre Europa Oriental y Asia Occidental -.
Durante la ceremonia, el mandatario estadounidense, Donald Trump, anunció que ambos países se comprometieron a cesar las hostilidades de manera permanente, restablecer relaciones diplomáticas y reactivar la cooperación económica.
En paralelo, se sellaron acuerdos bilaterales para fortalecer la colaboración en energía, comercio, tecnología e incluso defensa.
Uno de los elementos más llamativos del pacto es la creación de un corredor estratégico —el llamado "Trump Route for International Peace and Prosperity" (TRIPP)—, que conectará el territorio principal de Azerbaiyán con su exclave de Najicheván, atravesando por territorio armenio.
Estados Unidos se adjudicó derechos exclusivos de desarrollo de esta infraestructura de transporte regional.
Este avance diplomático abre una nueva etapa geopolítica en la región: reduce significativamente la influencia tradicional de Rusia en el Cáucaso, mientras que Estados Unidos emerge como actor central de seguridad y desarrollo regional.
No obstante, la firma del acuerdo no estuvo exenta de críticas. Representantes del diáspora armenia denunciaron que el marco negociado no contempla una solución para las personas desplazadas en Nagorno-Karabaj ni aborda posibles abusos de derechos humanos por parte de Azerbaiyán, por lo que lo consideran una legitimación de acciones militares pasadas.
Posterior al acto, ambos líderes se unieron para proponer la nominación de Donald Trump al Premio Nobel de la Paz, con lo que buscaban reconocer su rol decisivo en la mediación histórica.
Este acuerdo representa uno de los logros diplomáticos más importantes en el escenario global de 2025, no solo por el fin material a un conflicto que ha sumido a la región en décadas de tensión, sino también por su impacto en el equilibrio de poder euroasiático.
Al desplazar la influencia rusa y reorganizar las rutas comerciales y energéticas, el pacto redefine las dinámicas estratégicas del Cáucaso Sur.