Tiroteo en escuela católica de Minneapolis deja dos niños muertos y 17 heridos

El ataque ocurrió poco antes de las 8:30 a.m., cuando decenas de niños de preescolar a octavo grado se encontraban dentro del templo. De acuerdo con el jefe de la policía local, Brian O’Hara, el agresor —vestido completamente de negro— se aproximó por un costado del edificio y comenzó a disparar con un rifle a través de las ventanas, dirigiendo los tiros hacia los menores que estaban en las bancas.

“Se trató de un acto deliberado de violencia contra niños inocentes y contra personas que estaban en su lugar de culto. La crueldad y la cobardía de disparar contra una iglesia llena de niños es absolutamente incomprensible”, declaró O’Hara en conferencia de prensa.

Dos niños, de 8 y 10 años, perdieron la vida en el ataque, mientras que al menos 17 personas resultaron heridas, 14 de ellas menores. Varios de los pacientes, atendidos en el sistema de salud Hennepin Healthcare, permanecen en estado crítico, informó Thomas Wyatt, director de Medicina de Emergencia de ese hospital.

El sospechoso, un joven de poco más de 20 años, murió tras el tiroteo. La policía aseguró que no tenía antecedentes penales significativos y descartó la presencia de explosivos en el lugar, aunque algunos testigos confundieron una bomba de humo con un artefacto explosivo.

Aunque la identidad del atacante no ha sido confirmada, las autoridades investigan si tenía algún vínculo previo con la institución. “Creemos que actuó solo y que ya no representa una amenaza para la comunidad”, señaló O’Hara.

Las campanas de la iglesia repicaron en señal de luto tras la masacre que conmocionó a Minneapolis y que dejó una marca imborrable en el inicio del ciclo escolar.