Hong Kong reporta 36 víctimas mortales por incendio que arrasó complejo habitacional
Lo que inició como una alarma menor escaló con una velocidad inusual. En pocos minutos, el incendio alcanzó el nivel 4 y, ya entrada la noche, las autoridades lo elevaron a nivel 5, la máxima categoría de gravedad
El distrito de Tai Po, en el norte de Hong Kong, vivió una de sus peores tragedias recientes luego de que un incendio de gran magnitud arrasara parte del complejo habitacional Wang Fuk Court. Las autoridades confirmaron que al menos 36 personas murieron —entre ellas un bombero—, mientras que 279 residentes siguen desaparecidos y otras 29 permanecen hospitalizadas, siete en estado crítico. El fuego comenzó la tarde del miércoles en el andamiaje de bambú que cubría la fachada de uno de los edificios en renovación. Las llamas, avivadas por el viento y las condiciones secas que ya habían motivado una alerta roja por riesgo extremo de incendios, se propagaron rápidamente hacia otros bloques del complejo, construido en la década de 1980 y que actualmente atraviesa un proceso de modernización de alto costo.
Lo que inició como una alarma menor escaló con una velocidad inusual. En pocos minutos, el incendio alcanzó el nivel 4 y, ya entrada la noche, las autoridades lo elevaron a nivel 5, la máxima categoría de gravedad. Las columnas de humo podían verse desde kilómetros de distancia y obligaron a cerrar carreteras y evacuar a unas 900 personas hacia refugios temporales. Cientos de bomberos, policías y paramédicos trabajaron durante horas en condiciones extremas, enfrentando temperaturas que dificultaban las maniobras de rescate. La Policía reconoció que aún no es posible revisar todas las viviendas debido al peligro estructural, por lo que se desconoce cuántas personas podrían seguir atrapadas. Organizaciones de protección animal alertaron además que más de un centenar de mascotas permanecen dentro de los edificios; ambulancias veterinarias fueron enviadas al lugar para apoyar las labores.
Residentes describieron escenas de pánico. Una vecina, de apellido Cheung, aseguró que los edificios “ardían en cadena” y recordó que en obras anteriores se habían impuesto multas a trabajadores sorprendidos fumando en zonas restringidas. Aunque no se ha determinado el origen exacto del fuego, los expertos han señalado históricamente que el andamiaje de bambú, ampliamente utilizado en Hong Kong por su ligereza y bajo costo, es especialmente vulnerable a chispas de soldadura, colillas encendidas y condiciones climáticas secas. Este siniestro se suma a otros recientes relacionados con estructuras similares, como el incendio ocurrido en octubre en la Torre Chinachem.
El jefe del Ejecutivo, John Lee, informó que el incendio fue puesto “bajo control” poco después de la medianoche y anunció la creación de un equipo especial para investigar las causas. El presidente chino, Xi Jinping, envió sus condolencias por la muerte del bombero y pidió redoblar esfuerzos para minimizar las pérdidas humanas. Las autoridades locales también pidieron a escuelas y residentes evitar la zona debido a la persistencia del humo y los riesgos derivados del andamiaje colapsado.
Mientras continúan las labores de búsqueda en un complejo que alberga a miles de personas, Hong Kong enfrenta preguntas urgentes sobre la seguridad en las obras de renovación urbana y las condiciones que permitieron que un incendio se propagara con tanta rapidez en una ciudad donde la densidad y el envejecimiento de infraestructura siguen siendo retos constantes.