“Cualquiera que envíe droga a EU está sujeto a ataques”: Trump
La amenaza se produce mientras Washington mantiene en el Caribe uno de los despliegues militares más grandes de las últimas décadas, bajo la operación Lanza del Sur, que desde septiembre ha destruido 21 embarcaciones
Washington volvió a tensar el tablero regional este martes luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtiera que no solo Venezuela podría ser blanco de operaciones militares contra el narcotráfico, sino cualquier país que produzca o envíe drogas a territorio estadounidense. Durante una reunión con su gabinete en la Casa Blanca, el mandatario lanzó un mensaje que alcanzó directamente a Colombia.
“He oído que Colombia, el país de Colombia, produce cocaína. Tienen plantas de fabricación, ¿de acuerdo? Y luego nos venden cocaína. Pero sí, cualquiera que haga eso y la venda a nuestro país está sujeto a ataques, no necesariamente solo Venezuela”, declaró Trump frente a la prensa. Su comentario reavivó la disputa que mantiene desde hace meses con el presidente colombiano Gustavo Petro, a quien ya había acusado de ser “líder del narcotráfico”.
La amenaza se produce mientras Washington mantiene en el Caribe uno de los despliegues militares más grandes de las últimas décadas, bajo la operación Lanza del Sur, que desde septiembre ha destruido 21 embarcaciones sospechosas de transportar drogas. Según datos del Pentágono, 82 personas han muerto en esos incidentes. Trump aseguró que las acciones terrestres en Venezuela arrancarán “muy pronto” y reiteró que “Venezuela ha sido peor que la mayoría”, aunque insistió en que no es el único país cuyos narcotraficantes llegan a Estados Unidos.
La respuesta de Petro no tardó en llegar. Desde su cuenta de X, el mandatario colombiano instó a Trump a no convertir la relación bilateral en una confrontación abierta: “No amenace nuestra soberanía, porque despertará el jaguar. Atacar nuestra soberanía es declarar guerra, no dañe dos siglos de relaciones diplomáticas”. Petro, quien dejará el cargo en agosto de 2026, incluso invitó al republicano a visitar Colombia para observar directamente los operativos antidroga: “Sin misiles he destruido en mi Gobierno 18 mil 400 laboratorios, venga conmigo y le enseño cómo se destruye un laboratorio cada 40 minutos”.
El choque ocurre tras un año marcado por crecientes fricciones. En septiembre, Estados Unidos “descertificó” los esfuerzos antidrogas de Colombia, le retiró la visa a Petro e incluyó su nombre en una lista de personas asociadas a actividades de narcotráfico, lavado de dinero o terrorismo, lo que profundizó la confrontación política entre ambos gobiernos. Petro ha insistido en que su administración ha logrado cifras históricas en decomisos, afirmando que solo en 2024 se incautaron más de 883 toneladas métricas de cocaína.
Trump defendió nuevamente la legalidad de sus operaciones marítimas y aéreas, subrayando que Estados Unidos tiene derecho a protegerse de la “ola de drogas” que, dijo, llega desde diversos países. Esta misma semana advirtió que el espacio aéreo venezolano debía considerarse “cerrado en su totalidad” para vuelos comerciales, una advertencia que provocó la respuesta inmediata del gobierno de Nicolás Maduro.
Aun así, Caracas informó este martes que permitirá la reanudación de vuelos estadounidenses destinados a la deportación de migrantes venezolanos. Según el Ministerio de Transporte, la autoridad aeronáutica recibió la solicitud de Washington y aprobó el ingreso de dos vuelos semanales de Eastern Airlines. En lo que va del año, el gobierno venezolano asegura que 75 vuelos han repatriado a 13,956 ciudadanos.
La escalada verbal entre Trump, Maduro y Petro coincide con el reforzamiento militar estadounidense y con la intención declarada de la Casa Blanca de ampliar sus acciones contra el narcotráfico a territorios en tierra firme. “En tierra es mucho más fácil. Conocemos las rutas que toman. Lo sabemos todo sobre ellos. Sabemos dónde viven. Sabemos dónde viven los malos. Y vamos a empezar con eso también muy pronto”, expresó Trump, dejando sin aclarar qué países podrían ser alcanzados por esa estrategia.
La región observa ahora un escenario incierto en el que las tensiones diplomáticas, las operaciones militares y las acusaciones cruzadas vuelven a situar el combate al narcotráfico como un asunto de alto riesgo geopolítico.