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México acudirá como observador a cumbre BRICS; Sheinbaum enviará al canciller

Sheinbaum explicó que su decisión de no viajar responde a la necesidad de concentrarse en la agenda nacional.

 La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó este miércoles que no participará en la próxima cumbre del grupo BRICS, programada para los días 6 y 7 de julio en Río de Janeiro, Brasil. En representación del gobierno mexicano acudirá el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente.

México no forma parte del bloque económico —integrado por Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y recientemente ampliado a países como Egipto e Irán—, por lo que su participación en el encuentro se limitará al papel de observador.

Sheinbaum explicó que su decisión de no viajar responde a la necesidad de concentrarse en la agenda nacional. “Hay mucho por hacer en el país, y como presidenta, no es viable estar constantemente fuera. Asistimos cuando es necesario y estratégico”, declaró.

Pese a su ausencia, la mandataria subrayó que su gobierno busca estrechar lazos con naciones clave como Brasil e India. Anunció que en agosto se prevé una reunión entre funcionarios mexicanos y brasileños, con el objetivo de promover alianzas económicas entre ambos países. “Queremos explorar vías de cooperación que complementen nuestras economías, no que las enfrenten”, dijo.

Asimismo, recordó que durante su asistencia a la cumbre del G7 en Canadá sostuvo un diálogo con el primer ministro indio Narendra Modi, en el que se discutieron oportunidades de inversión, particularmente en sectores como el farmacéutico, con énfasis en atraer capital al territorio mexicano.

Sheinbaum también adelantó que en septiembre espera la visita de Kaja Kallas, representante de la Unión Europea, para avanzar en la ratificación del acuerdo comercial con ese bloque. “La meta no es solo firmar tratados, sino identificar áreas donde podamos crecer juntos y asegurar empleos de calidad para las y los mexicanos”, expresó.

La cumbre de los BRICS se llevará a cabo en un contexto de creciente interés global por integrarse al bloque, que aspira a consolidarse como un contrapeso económico y político frente a las potencias occidentales.